«Mi Tarara», con la colaboración de Antonio Narváez en la producción, hace un guiño a uno de los clásicos de la canción popular andaluza como es «La Tarara» de F.G. Lorca. Abriendo con una adaptación lírica de este clásico, esta canción es la perspectiva renovada de un onírico personaje que ya no «baila para los muchachos de la aceituna», si no que con una buena dosis de realidad y nocturnidad «mueve la cintura y la boca en fiestas de Graná». Siendo seña de identidad de este EP, como en el resto de canciones, acompaña con sonidos frescos y orgánicos del neosoul, y tambien algún sample y sonido más digital, a una lírica oscura, descontextualizada de toda la armonía y belleza que desprende el imaginario lorquiano, ahonda en la faceta estética más oscura del paisaje andaluz.

El videoclip de Mi Tarara forma parte, junto a los siguientes singles «Perico el de la Tomasa» y «La Antigua Judería, de las historias de ciertos personajes oscuros y propios de la cultura andaluza, «parte también necesaria de la identidad de nuestra tierra».

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